La tercera novela de Juan Aparicio-Belmonte, “El disparatado círculo de los pájaros borrachos”, ha recibido críticas muy positivas desde su publicación. De hecho, el libro fue elegido como el mejor de los publicados en 2006 por varios de estos críticos que lo han reseñado.
El libro parece concebido como un experimento desde varios ángulos. Sea por estructura –caótica-, tono –entre crítica burlesca y falsa autocompasión-, o punto de vista –danzante en el empleo de varias personas narrativas-, cuesta trabajo encontrar referentes válidos para menoscabar la originalidad del ejercicio emprendido por Aparicio-Belmonte.
Condenadamente divertido, con una frescura de planteamiento digna de elogio, y aunque difícil de seguir en algunos pasajes, el libro publicado por Lengua de Trapo –en su colección Nueva Biblioteca- no decepcionará a quien comprenda dónde se está metiendo.
Especialmente brillante me parece una de las últimas frases de la novela: “Porque a la frustración, a esa distancia que hay entre lo que deseo y lo que logro, le debo casi todo lo que escribo”.
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