El último documento visual producido por la Nacional Geographic Society –acerca del comportamiento de los fetos en situaciones de embarazo múltiple-, ha vuelto a despertar gran admiración. El motivo principal es la gran calidad de las imágenes grabadas, con los futuros bebés gesticulando y tirándose los unos a los otros del cordón umbilical, unido a la ausencia de desmentidos con respecto a su veracidad –el contrario de lo que sucedió en el, todavía reciente, caso del feto de elefante-.
Quizá por ello no haría tanta falta el resaltar, como hacía entusiasta el periodista del telediario de turno, el gran avance que suponen las cuatro dimensiones en las que están grabadas las imágenes. Porque, ¿cuántas eran acaso las dimensiones en las que veíamos aquellas viejas películas provistos de gafotas de colores en el cine?
La ‘moda’ de las cuatro dimensiones alcanza incluso a Luis María Anson en la primera página de El Cultural. Anson nos recuerda que el teorema de Poincaré –resuelto este año brillantemente por el matemático ruso Perelman- consistía en afirmar que: “en cuatro dimensiones, cualquier espacio que no tuviera agujeros sería equivalente a una esfera”.
En fin que, si te manejas aún en el pacato mundo de las tres dimensiones, no eres nadie hoy en día…
Aqui en USA meten bastante presion para usar (y pagar) los nuevos sistemas de visionado en 3D/4D de fetos.
Al parecer, la ultima moda esta en montar tiendas con estos aparatos en los centros comerciales.
De la misma forma que te das un bronceado en una tienda de rayos uva, te compras una foto o incluso escultura en 3D del feto en uno de estos chiringuitos...
En cualquier caso, los medicos serios desaconsejan hacer mas radiografias que las absolutamente necesarias por imperativo de diagnostico.
Publicado por: Juan Lopez-Valcarcel | 16 de enero de 2007 en 17:33