Ayer, tras oír su entrevista con Carles Francino, en la Cadena SER, me vino a la mente satirizar en este blog el paupérrimo uso del lenguaje del ministro Joan Clos.
Como si de un trabalenguas se tratase, e interrogado por el locutor acerca de su opinión respecto a posibles indicios de prácticas anticompetitivas por parte de las operadoras móviles, a modo de respuesta, el ministro de Industria empleo las palabras “actuaciones”, “actuar” y “actúe” en una misma frase vacía de contenido.
Pero, cual sería mi sorpresa, cuando ayer por la tarde se desvela la implicación de Enel en la operación de compra de Endesa. Y es entonces cuando unas palabras que no habían llamado la atención de casi nadie se convierten en auténtica ‘perla’ informativa.
La inclinación de Clos hacia la ‘solución española’, a primera hora de la mañana, ante los micrófonos de la SER, sonaba simple y llanamente a nostálgico brindis al sol. Y, sin embargo, tras el anuncio de Enel, con toda la significancia que éste lleva implícita, las palabras de Clos se convierten en pistola humeante que deja bien claro que el ex–alcalde de Barcelona estaba dejando rastro, como un perro arrimado al árbol, de la implicación total del gobierno en una operación que, desde el mismo día de su anuncio, en septiembre de 2005, no ha transcurrido por los estrictos cauces del mercado; como, por otra parte, sería de esperar en un país con mayor tradición de separación de las esferas política y empresarial.
¿Indicios de insider trading? Muy probablemente ni se investigue siquiera.