Un negro y una mujer se disputan anticipadamente –¿hay candidato republicano?– la presidencia de la mayor potencia económica mundial: los EEUU. Y lo hacen a través de un mecanismo al que no estamos acostumbrados ni en España ni en el resto de Europa: las elecciones primarias, cuna de sobresaltos democráticos.
La ficción televisiva en EEUU ha ido por delante de la realidad durante estos últimos años. Presidentes de perfil minoritario, ‘anti-WASP’, ya han tomado posesión de las pantallas televisivas norteamericanas con la mayor naturalidad –en 24 o en The West Wing, por citar dos shows de máxima audiencia–.
¿A qué conduce este fenómeno? Según algunos analistas políticos, la cotidianidad de esas imágenes invadiendo los hogares estadounidenses empuja a los votantes de una sociedad cada vez más mediatizada, más hambrienta de novedades, a explorar las fronteras del tan circense ‘más difícil todavía’.
Padres keniatas, abuelos bomberos, infancias en Indonesia, discursos de Luther King escuchados a los catorce años, apellidos con reminiscencias fonéticas terroristas… lo extravagante, rompedor e inusual parece cotizar al alza en los EEUU.
En nuestro país, sin embargo, en las escasísimas ocasiones en las que algún partido se ha atrevido a probar la temperatura del agua con la punta del pie, enseguida la ha encontrado gélida. Y si no que se lo pregunten al señor Borrell, quien todavía no ha conseguido curarse del todo ese resfriado cogido en 1998 –sí, hace ya una década–.
- Oiga, ¿qué pasa en España?
- Pues que en España la ficción televisiva estrena “El síndrome de Ulises” o “Sin tetas no hay paraíso”.
- O sea, que de explorar fronteras y eso nada, ¿no?
- Pinta mal la cosa.
- ¿De verdad que aquí nadie hace primarias?
- Sólo un partido pequeño.
- Los de siempre, ¿no?
- No. Se llaman Ciudadanos. Son unos aficionados.
- ¿Y que proponen?
- Que en España, esta vez tan sólo, sea la realidad la que adelante a la buena ficción. Dicen que no tienen ni dinero ni padrinos mediáticos, pero aseguran que van a conseguir que una voz radicalmente distinta entre en el Parlamento.
- Ya. Como cabras, ¿no?
- Lo sabremos el 9-M. De momento ya tienen candidatos.
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